Consultas
¿Qué se hace en la consulta?
Historia clínica: Se recaba toda la información concerniente a los antecedentes personales y familiares del paciente así como los síntomas de la enfermedad a tratar, esto con el fin de tener un historial médico lo más completo posible para hacer un estudio y tratamiento adecuados.
Exploración: Se realiza la inspección anal para ubicar el sitio del absceso o fístula e identificar datos indirectos de otras enfermedades. Se realiza palpación de la piel perianal para identificar el trayecto de la fístula o tamaño del absceso, la sensibilidad de la piel y los reflejos. Finalmente se realiza un tacto rectal para localizar el orificio interno de la fístula, el tamaño del absceso, descartar tumores y ver la fuerza del músculo esfínter anal, entre otras cosas.
Anoscopía: Este estudio consiste en introducir a través del ano un instrumento llamado anoscopio (un tubo de unos 7 cm de largo) con el que se busca identificar el orificio interno de la fístula y observar salida de pus. Si hay mucho dolor no se hace. No se requiere realizar ninguna preparación previa para realizarlo.
Solicitar estudios: Una vez terminada la revisión, se le explica al paciente lo que hemos encontrado y los estudios que se requieren para descartar cosas o afinar el diagnóstico. Se le indica al paciente la manera en que debe venir preparado para la siguiente consulta. También aquí se incluyen los estudios preoperatorios y/o una valoración cardiaca en caso de ser necesario.
También este día se explican las diversas opciones de tratamiento que existen y, sobre todo, las que son mas probables que podamos realizar en ese paciente en particular.
Revisar estudios: Se revisan los estudios que se solicitaron en la consulta pasada y se comentan sus resultados. Se hace énfasis en las recomendaciones preoperatorias de las valoraciones cardiacas.
Sigmoidoscopía ($4,500 + IVA): Este estudio es indispensable en todos los casos. Consiste en introducir a través del ano un instrumento llamado rectosigmoidoscopio para inspeccionar adecuadamente el interior de la parte final del intestino grueso (sigmoides y recto). Para hacerlo, el paciente debe acudir con un lavado rectal para que no haya materia fecal dentro del recto. Este estudio es útil para descartar la presencia de enfermedades poco comunes que pueden ocasionar la fístula anal – rectal y que, en caso de estar presentes, deben tratarse para curar la fístula (algunas de ellas no ocupan cirugía).
Ultrasonido endoanal de 360º ($4,500 + IVA): Este estudio también es indispensable en todos los casos. Consiste en introducir a través del ano una sonda de ultrasonido para obtener imágenes de los músculos del esfínter anal y del trayecto de la fístula. Para hacerlo, el paciente debe acudir con un lavado rectal para que no haya materia fecal dentro del recto. Este estudio es útil para definir cual es la mejor técnica quirúrgica para su caso en específico; también permite ver si el esfínter anal está lesionado (por el absceso previo o la propia fístula) y valorar si es posible repararlo durante la misma cirugía.
Manometría anorrectal ($6,000 + IVA): Este estudio solo se realiza en los casos en que se existe una lesión de los músculos del esfínter del ano o cuando el paciente ya ha sido operado muchas veces. Consiste en introducir a través del ano una sonda delgada que mide la presión de los músculos del ano. Para hacerlo, el paciente debe acudir con un lavado rectal para que no haya materia fecal dentro del recto; se le pide que haga diferentes maniobras como “apretar, pujar o toser”. Este estudio permite determinar el adecuado funcionamiento de los músculos del ano y estimar si existe riesgo de incontinencia por alguna cirugía en particular.
Elegir cirugía: Una vez revisado todos los estudios se establecen los tratamientos que se puede realizar y, junto con el paciente, se elige la que se va a realizar. Explicamos nuevamente las ventajas y desventajas de la técnica elegida y resolvemos dudas al respecto.
Programar cirugía: Se decide el lugar y la fecha exacta de la cirugía o se deja una fecha tentativa. Se entrega la “Orden de internamiento” (que contiene la forma en que van a preparar al paciente en el hospital) y se firman las hojas de “Consentimiento Informado para la Cirugía”, donde viene plasmado el diagnóstico exacto, tipo de cirugía, beneficios y riesgos de la cirugía a realizar. En caso de que el paciente tenga una Aseguradora de Gastos Médicos Mayores, se requiere tener la hoja de Autorización de Cirugía para programarlo.
Cirugía: Es el día en que se realiza la cirugía. El paciente puede ser dado de alta del hospital inmediatamente o al día siguiente, de acuerdo al caso.
Revisión a los 7 días:Esta revisión es en todos los casos y es para verificar que no haya dudas, problemas o complicaciones en la cirugía. Si se detecta alguna situación inusual, se harán los estudios que sean necesarios y se dará el tratameinto indicado.
Otras revisiones:La frecuencia de las revisiones siguientes varía según el caso y el tipo de cirugía realizado. Por ejemplo, los pacientes con SETON, deben ser revisados cada 14 días y los pacientes de VAAFT y LIFT hasta las 6 semanas después de la cirugía. Como cada persona es diferente, las revisiones se ajustarán de acuerdo a las necesidades particulares de cada paciente.